LECTURA Nº 2
CICLO DE FOROS: "PARA COMPRENDER LA
REVOLUCIÓN BOLIVARIANA”
Martes 5 de Octubre de 2004, 4.00 PM.
Ponente: Carlos Lanz Rodríguez
Coordinador de Formación Permanente de la Misión Vuelvan Caras
Ministerio para la Economía Popular
Tomado
del Compendio didáctico de cuadernos para los formadores de formadores del eje
sociopolítico MINEP, agosto 2005
Buenas Tardes, compatriotas, hermanos,
compañeros, camaradas. Para mí es gratificante conversar un poco en este
auditorio conjuntamente con el grupo de panelistas sobre estos aspectos de la
revolución bolivariana que tienen que ver con territorio, población, aunque yo
voy a centrarme en el desarrollo, o en los tópicos que apuntan al debate sobre
el desarrollo, muy puntualmente sobre lo que implica hoy en Venezuela la
propuesta del desarrollo endógeno e incluso asumido desde la Misión Vuelvan
Caras, de la cual formó parte desde sus inicios como Coordinador de la parte
formativa de dicha misión.
Y quisiera puntualizar ese elemento
introductorio, porque de golpe tengo la tentación de dar vueltas sobre tópicos
que apuntan hacia la historia, y básicamente suscribo el itinerario
intelectualmente que plantea el compañero que me antecede, porque esta es una
pelea palmo a palmo que hay que darla en la memoria colectiva, en el imaginario
de nuestra gente, en la reconstrucción de los acervos culturales; y he
elaborado un ensayo que es una recopilación de cosas que tienen que ver con el
proyecto Nuestra América y la trayectoria de la corriente histórica en
Venezuela, que ustedes tienen en sus manos, donde asumo que esta revolución es
cultural, y le había puesto el título inicialmente ¿O no será?, Y
alguien me corrigió y me planteo que le pusiera O Reproducirá la Dominación,
queriendo señalar que hoy por hoy todas las experiencias de las
revoluciones en el mundo dicen que si no cambiamos los valores, las actitudes,
las costumbres de nuestros pueblos, las revoluciones se restauran como
elementos de dominación. Es decir, una tarea importantísima de este proceso en
este momento, tiene en el horizonte el cambio de mentalidad.
Es una transición que el Comandante
Chávez ha definido con cierta claridad y que yo suscribo sin ser un chavista
acrítico o subordinado intelectualmente, pero que comparto plenamente. Hoy
tenemos que dar un salto, hoy el gobierno revolucionario, el movimiento popular
tiene que dar un salto en la conciencia colectiva, en la ideología; Y en la
Misión Vuelvan Caras, particularmente, hemos venido batallando por abrir una
brecha en ese sentido, en la conciencia no solo del gobierno sino de los
actores involucrados, quiero decir los lanceros, aquellos que son beneficiarios
directamente de la misión. Y aquí ustedes podrán encontrar el hilo de parte de
esa discusión que yo no voy a repetir, por supuesto, porque ustedes lo podrán
leer con calma.
Voy a concentrarme en hacer como un marco
diferencial entre lo que nos legó el puntofijismo en la concepción de desarrollo,
y lo que nosotros planteamos hoy con fuerza y que debemos asumir como tarea,
digamos trascendente, si queremos hablar de revolución, revolución integral,
porque el desarrollo endógeno apunta hacia la transformación profunda de las
estructuras. Les echo un cuento o una anécdota sobre esto. Hace dos años el
equipo del Ministerio de Educación Superior, discutiendo con el Presidente
Chávez uno de sus programas como lo es Todas las Manos a la Siembra, éste nos
hizo una observación sobre la necesidad de enmarcar esta iniciativa en la
perspectiva del Desarrollo Endógeno, porque en el programa Todas las Manos a la
Siembra nosotros hablábamos de desarrollo local sustentable, de un desarrollo
que tiene un anclaje en el lugar, en la parroquia, en la localidad, en el
caserío que tiene sus raíces sembradas en la conciencia, en la organización
popular. Pero el Comandante Chávez nos dijo: “Miren yo vengo reflexionando
sobre este problema y tengo una preocupación que en Venezuela de golpe perdemos
la brújula de muchas cosas; y les voy a pedir a ustedes como equipos
intelectuales, que están comprometidos, que elaboran teorías” – y casi se
dirigió personalmente a mí para decir. “ Carlos, tu que te la pasas
investigando y que haces teorías o que te metes con el problema de la
ideología, mira aquí está un texto de Oswaldo Sunkel el cual deben leer y
trabajar de una manera crítica adaptándolo a nuestra realidad ya que no se
trata de copiar. Yo les recomiendo que el proyecto que ustedes están planteando
lo inscriban dentro de esta idea, ahí está una clave de lo que vamos a
plantear, de lo que vamos a discutir.”
A mí me pareció un gesto bien honesto
intelectualmente, porque ningún ideólogo, un jefe de estado ante un público, en
la cual estábamos los directores, los viceministros y el Ministro de Educación,
se atreve a reconocer que él está en una búsqueda, está indagando, está
proponiendo una salida. Para mí fue un acto -digamos- de humildad que me
conmovió, y que me hizo tener mucha mayor confianza en el tipo de liderazgo que
tenemos; digo yo sin ser un chavista trasnochado o acrítico. Porque aquí van a
encontrar elementos críticos de nuestra gestión y particularmente al combate
del puntofijismo en el seno de la revolución bolivariana.. Bueno, nosotros
hicimos un seminario sobre Oswaldo Sunkel, y de allí derivamos una
caracterización de lo que consideramos el desarrollo endógeno, los núcleos
endógenos de desarrollo, como era el caso del programa Todas las Manos a la
Siembra. Replanteamos una definición de Núcleos Endógenos de Desarrollo Agrario
Sustentable (NEDAS), y trabajamos en eso desde hace dos años. De tal manera,
que cuando aparece la Misión Vuelvan Caras, el gabinete social que promovió ese
programa y en el cual estaba la Ministra María Cristina Iglesias, le fue fácil
tomar en cuenta que habían antecedentes que estaban escritos, donde hay
materiales, hay experiencia, independientemente que nosotros tenemos que
enfrentar aquí las viejas concepciones de desarrollo, en el propio seno del
gobierno revolucionario.
Tenemos que enfrentar la herencia
puntofijista en ministros, directores de línea, institutos autónomos,
corporaciones regionales, gobernaciones, alcaldías, porque esta revolución está
en transición; como dice el compañero, aquí lo viejo no ha muerto y lo nuevo
está naciendo. Pero aquí diríamos que la razón tarde o temprano se impone y se
abren causes sobre la base de perseverar, de mantener una lucha ideológica y de
buscarle viabilidad a estas propuestas. Entonces se monta el proyecto la Misión
Vuelvan Caras que la Ministra María Cristina dijese: “Los antecedentes de la
Misión están en Todas las Manos a la Siembra”. Y por lo tanto debemos tomar en
cuenta la fundamentación que tiene el desarrollo endógeno no solo en Oswaldo
Sunkel, sino en las elaboraciones que nosotros veníamos haciendo. Y quiero
plantear aquí un elemento teórico de diferenciación o de matices que hay con la
elaboración de este autor, para el debate y para los que hacen investigación es
importante.
Oswaldo Sunkel es un
neo-estructuralista, es como decir, alguien que plantea una concepción que no
compartimos totalmente por sus raíces estructuralistas; incluso puede tener
rasgos de industrialismo. En el enfoque de este autor no aparece la economía
social ni la economía solidaria, ni la economía popular, lo sustentable, la
Sustentabilidad tampoco aparece claramente definida; el papel de la
subjetividad es ignorado, porque ustedes saben que los estructuralistas no
reconocen el papel central del sujeto. Ya Althusser hablaba de un “proceso sin
sujeto”, okey, estructura más estructura....¿ Pedro Pérez como sujeto social,
donde está?. Por eso también en las elaboraciones he dicho que muchas veces se
planifican y se elaboran proyectos desde una oficina, desde la burocracia del
estado y uno no encuentra al sujeto. Me he convertido entonces en una especie
de paladín de la defensa del sujeto social, para preguntar cada vez que se hace
una propuesta ¿dónde está el sujeto social?, ¿Dónde están los excluidos?,
¿Dónde está el sujeto político de este proceso?. Cuantos programas, planes y
proyectos hemos conocido donde brilla por su ausencia una definición clara de
cual es el sujeto, de cual es la problemática, de cual es el contexto donde se
inscribe esa propuesta. Bueno con esos elementos nosotros hemos librado una
batalla campal, a veces silenciosa, a veces abierta; y hoy nos sentimos,
digamos, reivindicados cada vez que el Comandante Chávez hoy dice que hay que
profundizar la lucha ideológica. De que hay que dar un salto, de que hay que
hacer la “revolución en la revolución”.
Entonces para quienes tenemos años en
esto, en una pelea a veces contra la corriente, muchas veces silenciados,
descalificados. Nos sentimos orgullosos de poder hablar desde el seno del
gobierno, pero también desde el seno del movimiento revolucionario venezolano,
porque nos hemos renegado de nuestro proceso, hemos reivindicado lo que hay que
reivindicar de esta herencia, de lo cual nos sentimos orgullosos. Incluso no
nos sentimos a veces estigmatizados cuando el enemigo me dice a mí que fui
guerrillero, que estoy ideologizando. Lo he hecho abiertamente y públicamente,
no tengo nada de que arrepentirme de las luchas del 60, más que esas luchas
puntuales que intentan criminalizarme, y he dicho, bueno, lo que pasa es que
aquí hay una pelea por intereses ideológicos,.Por propuestas alternativas, y no
tengo ningún empache en decir que me siento orgulloso de esa trayectoria, y que
hoy ni el gobierno, ni el Comandante Chávez, ni la Revolución Bolivariana me ha
pedido a mí renunciar, abdicar, capitular teóricamente frente a estos desafíos,
y con ese orgullo que alguien pueda definirlo como autosuficiente, porque
frente al enemigo hay que ser orgulloso, frente al imperio, frente a la
dominación no podemos ceder.
Con ese orgullo quiero decir aquí que
estas reflexiones están llenas de pasión y de sangre, de vitalidad, porque la
revolución necesita eso hoy: voluntad política para producir cambios, e
incluso, para ver nuestros propios errores y nuestras propias fallas. Entonces
cuando hablamos de desarrollo endógeno, reivindicamos la motivación intrínseca
también como la subjetividad del actor político, la internalidad, porque el
desarrollo endógeno es algo que nace desde adentro, por dentro, desde adentro;
esa es la palabra y así esta conceptuado.
Pero más allá de esa definición también
hay que recuperar la dimensión cultural de lo endógeno, lo propio, nuestra
herencia, nuestras raíces. Por lo tanto lo endógeno no es una visión
tecnocrática, economisista, no, es una visión integral de lo endógeno que tiene
que conducirnos a reconocer nuestras fuerzas que no es solo petróleo, porque
más bien puede ser una maldición, no es hierro, no solamente son los recursos
naturales, es el hombre, es el sujeto, y allí es donde muchas veces pobre en
espíritu, porque hay que reconocer los elementos de distorsiones y perversiones
que vive el pueblo venezolano en el terreno de los valores, en el terreno del
comportamiento social; incluso en la negación de su propia cultura, porque aquí
hay vergüenza étnica, aquí hay endoracismo, compañero; aquí hay desarraigo
producto de toda la dominación imperialista y de toda la manipulación de los
medios.
Entonces, el desarrollo endógeno, no es
cualquier cosa, y es verdad que el Comandante Chávez, preocupado, nos ha dicho
a nosotros, en el debate, abiertamente a la Comisión Nacional de Vuelvan Caras:
“es que yo siento que los propios ministros a veces no están claros de qué se
trata”; para que estemos también ubicados en eso. Los movimientos populares,
los movimientos políticos que apoyan este proceso yo siento que no tienen
claridad de qué estamos hablando cuando planteamos el desarrollo endógeno, y
hay que librar una lucha muy abierta y muy fuerte, o hay que sociabilizar este
debate y lanzarlo a la calle, con la ventaja de que el Comandante Chávez tiene
una tribuna y es un vocero. Ustedes ven que semana tras semana ha venido
insistiendo, mandándonos a leer y a plantear el problema de fondo, porque ahí
se esta jugando el destino de esta revolución, así de sencillo. O seguimos el
modelo tradicional de desarrollo con todas sus implicaciones, incluso con un
enfoque progresista que muchas veces la CEPAL u otros sectores han promovido en
América Latina, o empezamos a plantear un nuevo enfoque de desarrollo.
Les puedo también narrar como anécdota
que estuve recientemente regresando de una conferencia que organizó los Estados
Unidos, México y Canadá sobre crecimiento económico y desempleo; y también me
siento orgullosos de haber desbaratado parte de esa estrategia que montaron los
yanquis para hacernos creer que la propuesta que ellos tienen de empleo y
desarrollo económico es el modelo a seguir. Pero nosotros con esta misma
lectura le dimos una batalla campal en un escenario donde muchos países
latinoamericanos suscribieron y están viendo a Venezuela como la esperanza.
El enfoque de desarrollo tradicional
que impulsaron aquí los grupos políticos adeco-copeyanos, y sus derivaciones
hoy en Proyecto Venezuela, Primero Justicia o cualquier otra de esas
agrupaciones que forman parte de ese tinglado contrarrevolucionario, ese “desarrollo”
lo que hizo fue promover el subdesarrollo, por eso se ha hablado de que hay un
desarrollo del subdesarrollo, que tiene expresiones territoriales y
poblacionales. Si uno revisa el tipo de poblamiento, de ocupación del
territorio, veremos que se concentra en la parte norte-costera de Venezuela
focalizado en una serie de enclaves económicos, y hemos dejado la mitad de
Venezuela sin poblamiento, sin
desarrollo, sin tener posibilidades, incluso, de acceder a servicios.
Eso no es una dinámica espontánea, eso
corresponde a una inserción en la división internacional del trabajo, el
imperio nos impuso una forma de desarrollo, o nos quiere seguir imponiendo bajo
el enfoque neoliberal del ALCA; pero eso tiene un origen histórico y unas
raíces estructurales que hoy podemos reconocer. He ahí un problema de
deformaciones que tenemos que atacar. Por ejemplo, uno puede decir fácilmente,
siguiendo a muchos economistas venezolanos, que aquí hay una desproporción
sectorial; aquí la agricultura está en ruinas igual que la industria, más
allá de procesar insumos, de producir partes. Pero tenemos un comercio
hipertrofiado; crecimiento súper grandísimo de los servicios y el comercio si lo comparamos con la base
agrícola e industrial, estamos al día en el mercado global con la telemática,
con las tarjetas de crédito, con los mecanismos de intermediación financiera,
con las telecomunicaciones, pero, ¿y la papa?: importamos el 80% de lo que
consumimos, el campo arruinado, abandonado. Esta deformación no se va a
corregir, no vamos a superar esta insuficiencia estructural si no tenemos
claro, cuál es el enfoque o el criterio que tenemos para superadas. Entonces,
hemos empezado a mirar, y es verdad compañeros, que vamos a hacia lo rural,
hacia lo agrario sustentable, volver al campo, sembrar.
Cuando
nosotros planteamos Todas las Manos a la Siembra, estamos en esa lectura. Y no
lo vamos a hacer como por Pol Pot, el dictador en Camboya que montó una
migración forzada a punta de represión y de coacción. No, nosotros tenemos que
hacer una revolución aquí para reconocer la necesidad de ir hacia el sur,
Claro, el Presidente hoy plantea nuevos ejes de desarrollo, que ya no es
solamente el Eje Orinoco- Apure, sino que vamos a trabajar con el Eje
Norte-Llanero, que abarca desde Barinas hasta Monagas, porque antes de llegar
al sur debemos llegar al centro. Esto en clave gramsciana se asemeja a la tesis
de Messsogiorno o la cuestión meridional donde Gramsci desarrolla la
tesis de la hegemonía.
En
Italia, el norte con Milán, Turín, es una zona con un gran desarrollo
industrial y en el sur están los campesinos atrasados, la camorra siciliana y
Gramsci plantea soldar el norte y el sur en un proyecto nacional, ese es el
problema meridional Trasladado este enfoque a Venezuela, entre Caracas, Valencia,
Maracay, habría que establecer un puente económico-social-cultural para
vinculamos con el Eje Orinoco-Apure; ¿Pero qué une a Apure con el Norte?
Gramsci lo plantea en el terreno de la ideología, de lo ético- moral, del
movimiento intelectual, pero que también tiene una expresión territorial, y
parece que es un acierto que nosotros en el esquema de desarrollo de nuevo plan estratégico, montemos el
eje central del país que atraviesa este territorio que le estoy planteando.
Porque está planteado, entonces, una nueva manera de ocupación del territorio y
del poblamiento de ese territorio, y ahí empato con el tema de esta discusión,
aunque no es el punto fuerte de mi intervención, pero si tiene unas
consecuencias inmediatas sobre la desconcentración territorial como una parte
del plan nacional.
Pero.
¿Será solamente un problema de territorio?, Volvemos al mismo rollo: el
problema es la subjetividad, y lo endógeno entonces tiene que ver con lo
interno, con lo propio, con la fuera interior, con la motivación intrínseca,
donde tenemos que debilitar y atacar las externalidades. Hacernos menos
dependientes de la renta petrolera es decir, una de nuestras externalidades.
Aquí se está hablando de internalización petrolera, que quiere decir, sembrar
el petróleo, pero hemos fracasado en ese esfuerzo, porque no teníamos un
enfoque claro. Entonces, el desarrollo endógeno tiene que poner en discusión,
por supuesto, las propias relaciones de producción, porque mientras aquí nos
guiemos por la tasa de ganancia, por el afán de lucro de la acumulación
capitalista no habrá desarrollo integral En esa dirección sostengo
abiertamente, que mientras la tasa de ganancia en el campo esté por debajo de
la tasa de interés, mire hermano, ningún capitalista va a invertir en el campo
porque lo lucrativo (en términos del individualismo posesivo) intermediar con
el diferencial bancario. Mientras la tasa de ganancia en el campo sea inferior
a la especulación inmobiliaria, a la especulación, nadie va a invertir en el
campo; bueno, porque el capitalista no opera con la racionalidad de beneficiar
al colectivo y satisfacer las necesidades de la población, así de sencillo.
Entonces,
la propuesta del desarrollo endógeno tiene que partir de otros valores, de otra
concepción de la economía, de lo social, de lo político, y hoy nosotros estamos
empezando a plantearnos el cambio en las relaciones de producción. Entonces,
por la vía del desarrollo endógeno nosotros vamos a enfrentar también el
enemigo interno, estamos enfrentando, por supuesto, al imperio, porque el
desarrollo endógeno se opone a las formas de integración, a las formas de
articulación que se plantea para la economía de nuestros países, como es el
ALCA o cualquier tipo de tratado de libre comercio. Pero, también internamente
nosotros tenemos que cambiar las relaciones de producción, las relaciones de
propiedad, eso está súper claro.
Ciertamente,
no es una revolución socialista ni comunista, sino un modelo mixto, una
transición hacia otro tipo de sociedad. Y yo me he atrevido a decir incluso, ya
caracterizando esto, que aquí hay cuatro formas de propiedad (para quienes
tienen interés en estas cosas que son complejas, pero hay que decirlas con toda
franqueza para nos ubiquemos de que se trata): aquí está la propiedad estatal
sobre las industrias básicas, y sobre recursos naturales, y sobre bienes y
servicios. Esta la propiedad mixta que es una mezcla entre propiedad privada y
propiedad estatal; está la propiedad privada que a su vez se divide en
propiedad monopolista o capital no monopolista con la pequeña y mediana
producción muchas veces no monopolizado. Y está la economía solidaria, la
economía social o popular, para cuyo desarrollo se acaba de formar el
Ministerio, con la cual estamos trabajando, y Ustedes van a oír a Elías Jaua
trabajar sobre esto.
Hay
cinco tipos de propiedad, en cuyo seno nos planteamos una alianza estratégica
entre la propiedad estatal y la forma asociativa de producción, con formas de
propiedad colectiva, Esto implica una alianza de clases. Quiénes están con la
economía popular y social, la economía solidaria : los trabajadores, los
campesinos pobres, las capas medias, sectores incluso burgueses que no están
vinculados a los monopolios o al capital trasnacional. Por eso es que no es un
movimiento obrerista ni es una revolución que sigue esquemas o postulados
defendidos tradicionalmente por nosotros, la gente de izquierda. No. Es una
revolución que sigue un camino muy peculiar, muy sui géneris, pero tiene que
constituirse un bloque de clase o de grupos sociales, de capas sociales, de
étnias, para no definir sectariamente o en términos dogmáticos una posición de
clases; y eso hay que definirlo y hablarlo abiertamente. Por primera vez
estamos entrando en un lenguaje que para los que tenemos una herencia de
izquierda estamos como reconstruyendo y atreviéndonos a hablar claro sobre
estas cosas. Así como Chávez reivindicó las definiciones y los términos como
imperio, el imperialismo, tenemos que nombrar con propiedad las cosas. Y he
exhortado a salir del eclecticismo, de la ambigüedad ideológica. Señalar por
ejemplo, quienes están en el marco de esas cinco formas de propiedad, cuáles
son los sujetos sociales, los actores políticos y sociales y culturales que
suscriben y que pueden ser agrupados como movimiento social en torno a esas nuevas
relaciones de producción en construcción. No quiero decir que esté constituida
esta alianza de clases, porque fíjense, apenas estamos comenzando a empujar
planes de desarrollo con este enfoque de la economía popular; promoviendo
formas asociativas de producción que no son solo las cooperativa, sino
múltiples formas de asociación que supera la propiedad privada sobre los medios
de producción, siendo avalado por un mandato constitucional, es decir, lo que
estamos planteando un tipo de organización productiva que tienen en la CRBV su
Carta de Navegación. Este tipo de formulación, posee implicaciones jurídicas,
por supuesto, porque aquí se reconoce la propiedad, pero la propia Constitución
establece un límite a la propiedad privada por razones interés público, por
motivos de interés social, por el interés general.
Pero
vuelvo otra vez entonces al problema de lo endógeno, el desarrollo endógeno: la
Sustentabilidad, esto es una diferencia importante con el enfoque tradicional
de desarrollo endógeno. Aquí no se puede seguir montando proyectos que no
tienen posibilidad de sostenerse en el tiempo, posibilidad de preservar el
ambiente, la biodiversidad. Claro, nosotros hablamos de sustentabilidad no sólo
en términos ambientales, sino hay que verlo desde el ángulo de sustentabilidad
económica, cultural, política. Por eso en el debate que hay sobre los objetivos
de desarrollo endógeno o núcleos de desarrollo (que son una focalización
territorial del desarrollo) hay que tomar en cuenta la sustentabilidad.
¿.Puede
un proyecto promoverse simplemente a punta de billete?, ¡No!, ¿,Se puede
simplemente sostener con infraestructuras, porque podemos montar- fíjense las
Ioqueteras que hemos cometido nosotros-, montamos la construcción de una ciudad
por allá, ¿Ciudad Sucre es que se llamaba eso?. Es una Ioquetera de los
técnicos, de los expertos, y ahí vuelvo al planteamiento de la elaboración de
planes sin sujetos, donde no hay contexto, no se analizó la problemática
especifica. Pero los núcleos endógenos no tienen nada que ver con eso, nosotros
tenemos que ser cuidadosos con el problema de la sustentabilidad de los
proyectos; y tenemos que partir del sujeto, de los valores, de la organización
social, de la cultura, porque los reales los tenemos y la capacidad instalada
sub.-utilizada sobra aquí en el estado y la sociedad. En otro momento, hemos
trabajado el diagnóstico de la capacidad instalada sub.-utilizada, mal
utilizada o no utilizada que tenemos en Venezuela, encontrándonos con un
potencial inmenso que no hemos empleado.
Esta revolución
esta demandando un cambio en ese sentido, buscando una mayor eficiencia en la
gestión, de allí el planteamiento de la desburocratización del Estado, porque
este Estado lo hemos heredado nosotros de la vieja república, este no es un
Estado revolucionario. Hemos heredado, una cultura organizacional, unos valores
administrativos donde el papeleo interminable predomina, donde los recaudos
innecesarios pululan, toda esa parafernalia de pasos administrativos impiden
que este gobierno responda a demandas sociales concretas, y tenemos entonces
que romperle el espinazo a la burocracia; y ustedes ven que el Comandante
Chávez viene sistemáticamente, montado en esa perspectiva.
Y eso tiene que ver con lo endógeno? Claro que si, porque es muy
difícil impulsar un proceso de desarrollo exitoso si nosotros, quienes estamos
en los puestos de mando, en la dirección, o que cabalgamos sobre estructuras
del Estado no cambiamos entonces el enfoque, los paradigmas, las estructuras,
las técnicas, los procedimientos que tiene este Estado. Entonces la revolución
en la revolución, hermano. He sugerido trece rectificaciones en el proceso de
cambio, y unas cuantas otras propuestas para cambiar de mentalidad. No quiero
decir que sea un recetario que haya que cumplido como dogma, pero hay que
puntualizar muchas veces, concretamente de qué se trata, y lo relaciono con el
desarrollo, con la visión integral del crecimiento económico, porque no se
trata solamente de crecimiento, sino el desarrollo humano integralmente, la
calidad de vida, el modo de vida, todo los aspectos que hoy cualitativamente
nos planteamos. Y esas rectificaciones las vemos como un proceso.
La revolución en la revolución es un proceso de rectificación y un
cambio de mentalidad visto en esa perspectiva del desarrollo integral, del
desarrollo endógeno diferenciado, de toda la herencia puntofijista. Me he
puesto polémicamente a hablar de cultura puntofijista, y ustedes van a revisar,
y ¿porqué me refiero a esto si esto tiene 500 años?, O puede alguien decir,
bueno tal período no se puede categorizar de esa manera. Me perdonaran los
historiadores, pero me atreví a señalar que nosotros en función ideológica y
política debemos focalizar nuestras diferencias con el puntofijismo, por una
razón, entonces, de permitir un deslinde con la cultura adeca o copeyana como
matriz, aunque abarca a los pata blanca y patas verdes con boinas rojas que
están en el proceso, para que estemos claros.
La cultura puntofijista tiene posibilidades de ser identificada y sirve
como un referente para esta lucha ideológica, y yo me voy por la calle del
medio con eso. Sabiendo que puede ser simplista, reduccionista hablar de
cultura puntofijista, no cultura como actividad artística, lúdica o simplemente
la estética, ¡no!, Con el modo de vida, todo lo que implica estas cosas que
tienen que ver con la cotidianidad delo venezolano: la forma en que produce, la
forma en que se divierte, la forma en que tiene a su familia, los
valores....Hay una forma adeca de hacer política que choca con el nuevo
paradigma de la participación. La revolución bolivariana propone nuevas formas
alternativas de gobernabilidad, digamos, de corresponsabilidad en el gobierno;
y nuestra Constitución es lo más avanzado, y la Ley de Participación Política,
y la Ley de Planificación Local de Políticas Públicas lo plantea abiertamente.
Y tenemos entonces unos elementos legales y constitucionales, pero volvemos al
problema del disco duro y de las prácticas políticas. El puntofijismo sembró en
nosotros una concepción burocrática de la actividad política. La perversión de
la política que tiene que ver con el desencanto, el malestar que vive la
política.
Hace ya mucho tiempo, hice una investigación en una oportunidad con
comunidades donde preguntaba que es ser político, y la gente decía un farsante,
un mentiroso, un estafador, hasta en el amor, cuando uno anda enamorado una
chama, dice ella, “no seas político”, “usted si es político”. Hermanos, hemos
heredado una perversión de la acción política y por eso nadie quiere ser
político. Mucha gente decente y honesta, incluso del enemigo, no cree en la
política ni en los políticos, y una de las tareas de esta revolución es
rescatar la dignidad de la política, es revertir ese proceso de quiebre, de los
justificativos éticos de la política. La revolución bolivariana, quizá es un
merito del Comandante Chávez que ha empezado y comenzó hablando claro y
hablando en un lenguaje sencillo, y rescatando las tradiciones y las
costumbres; a darle dignidad a los asuntos públicos, al concepto de ciudadanía,
a todas esas cosas que son importantes. Desarrollo endógeno sin ciudadanía no
existe, la siembre ciudadana y la ciudadanización es un aspecto clave en el
desarrollo endógeno son muchas cosas y debemos salirnos entonces, del enfoque
simplista del crecimiento hacia adentro.
Nuestra responsabilidad es entonces proponer salidas alternativas desde
adentro y frente al imperio que plantea más bien lo exógeno, la globalización,
el ALCA etc.,etc., y no solo vamos a endogeneizar a Venezuela sino para nuestra
América, porque con los latinoamericanos que tuvimos en el evento en México,
ellos preguntaban: "¿,Y no podemos hacer un desarrollo endógeno
latinoamericano, con economías complementarias, integradas de otra manera"
Bueno ese es el desafío que tenemos, pero por lo menos nosotros somos ahorita
una Meca, una esperanza, un sueño para los pueblos que están
buscando otras alternativas de desarrollo. Y la revolución venezolana en estos
últimos tiempos, en estos últimos meses empieza a vivir la tensión de estos
cambios que están planteados.
Llamo una "tensión
esencial" siguiendo a Thomas Kuhn, quien plantea que entre conservar e
innovar siempre hay una situación de estrés diario, estamos obligados a vivir
en una situación de tensión, porque hay mucha gente que no quiere cambiar, que
quiere mantener el statu quo, incluso dentro de nosotros; bueno y los que
estamos con la innovación con los cambios, con las transformaciones. Es una
tensión esencial, y no es para desesperarse, es para tener el rumbo claro, el
pulso firme, reconociendo, entonces, que nosotros somos, entonces,
constructores de sueños, somos profesionales de la esperanza, gracias
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