Sujeto Educativo vs. Objeto
Educativo
Descripción.
Este trabajo trata sobre dos tipos de estudiantes, los sujetos educativos y
los objetos educativos. El sujeto educativo tiene un compromiso consigo mismo y
con la sociedad, estudia y aprende
por gusto y por que tiene un objetivo en la vida. Caso contrario al objeto
educativo que se centra en estudiarpor
que es la tradición, o por que se ve obligado por sus padres. En otro punto del trabajo trata sobre la falsedad de las
escuelas acerca de la libertadaparente que
otorgan, y el sentido antisolidario de los exámenes.
Existen
dos tipos:
Sujeto
Educativo:
Es
aquella persona que con hambre insaciable de
conocimientos se dedica a aprender y conocer más, estudia por el gusto de
estudiar, con el afán de seruna
persona de amplios conocimientos y afán de conocer y comprender todo lo que
esté a su alcance, con el fin de mejorar el mundo y la sociedad en que vivimos.
Objeto
educativo:
Es
aquella persona a la que se le "obliga a estudiar", todo parece ser
reducido al simple hecho de memorizar todo lo que se le dice que aprenda, con
el fin de presentar un examen, aprobar una materia o "para ser alguien en el
mundo". Es un ser carente de responsabilidad que se encuentra inmerso en unmundo de información, la cual no le
interesa. Todo lo que "estudia" lo hace en contra de su voluntad, no
ejerce su libertad y se ve condicionado por el medio social que lo rodea.
El Proceso del Conocimiento. El hombre es curiosos por naturaleza, gracias a esa
curiosidad el ser humano ha desarrollado la capacidad de investigar el cómo,
cuándo, dónde, por qué y el para qué de la naturaleza de los objetos y seres
que se encuentran a nuestro alrededor. La metodología de investigación es el
proceso por medio del cual nosotros podemos realizar una correcta
investigación. Abarca el trabajo científico, donde las teorías del método
enfrentan la investigación científica en determinada área del conocimiento.
Tenemos en claro que ningún texto de metodología nos enseña a investigar, sólo
nos muestra las normas que debemos seguir para llevar a cabo una investigación
con buenos argumentos. Realizar una investigación depende principalmente del
tema a tratar y las fuentes donde se obtiene la información, basándose en esto
se podrá llegara una conclusión de la investigación y expresar las ideas y
opiniones.
EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO. El proceso del conocimiento humano tiene tres etapas, las cuales presentan las fases por las cuales el ser humano reacciona a sus impulsos de investigación demostrando que la realidad es todo lo que existe. El proceso del conocimiento inicia al entrar en contacto los órganos de los sentidos con el mundo exterior, esto quiere decir que desde el momento en que nos relacionamos y percibimos nuestro entorno iniciamos el conocimiento y descubrimiento del mismo. El siguiente es el conocimiento común cotidiano, también conocido como empírico-espontáneo, se obtiene a través de la práctica que el hombre realiza diariamente. Cada que el hombre se levanta comienza tu etapa del conocimiento cotidiano, con las diferentes experiencias y vivencias diarias que sufre, en un proceso de prueba y error. El conocimiento científico es adquirido en una actividad conjunta de los órganos sensoriales y del pensamiento, apoyándose en la reflexión teórica y guiada por principios y reglas, lo cual implica conocer las causas por las cuales éstos surgen, se desarrollan y modifican, estos son los conocimientos de la naturaleza y sociedad. La ciencia tiene el propósito de poder explicar y predecir los fenómenos naturales y sociales, con el único fin de dominarlos y transformarlos para poder aplicarlos en su beneficio. Al paso de la ciencia, esta se hace cada vez más fuerte y tiene la necesidad de conocer e investigar el universo y no quedarse únicamente con el medio que nos rodea.
EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO. El proceso del conocimiento humano tiene tres etapas, las cuales presentan las fases por las cuales el ser humano reacciona a sus impulsos de investigación demostrando que la realidad es todo lo que existe. El proceso del conocimiento inicia al entrar en contacto los órganos de los sentidos con el mundo exterior, esto quiere decir que desde el momento en que nos relacionamos y percibimos nuestro entorno iniciamos el conocimiento y descubrimiento del mismo. El siguiente es el conocimiento común cotidiano, también conocido como empírico-espontáneo, se obtiene a través de la práctica que el hombre realiza diariamente. Cada que el hombre se levanta comienza tu etapa del conocimiento cotidiano, con las diferentes experiencias y vivencias diarias que sufre, en un proceso de prueba y error. El conocimiento científico es adquirido en una actividad conjunta de los órganos sensoriales y del pensamiento, apoyándose en la reflexión teórica y guiada por principios y reglas, lo cual implica conocer las causas por las cuales éstos surgen, se desarrollan y modifican, estos son los conocimientos de la naturaleza y sociedad. La ciencia tiene el propósito de poder explicar y predecir los fenómenos naturales y sociales, con el único fin de dominarlos y transformarlos para poder aplicarlos en su beneficio. Al paso de la ciencia, esta se hace cada vez más fuerte y tiene la necesidad de conocer e investigar el universo y no quedarse únicamente con el medio que nos rodea.
Epistemología - Teoría del
conocimiento
(del
griego, episteme, 'conocimiento'; logos, 'teoría')
Rama
de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que rodean la teoría del
conocimiento. La epistemología se ocupa de la definición del saber y
de los conceptos relacionados, de las fuentes, los criterios, los
tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto;
así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido.
INTRODUCCIÓN.
He aquí unos de los grandes temas de la filosofía
de todos los tiempos :elucidar en que consiste el acto de conocer, cual es la
escencia del conocimiento, cual es la relación cognoscitiva entre el hombre y las cosas que lo rodean. A pesar de que es
una operación cotidiana no hay un acuerdo acerca de lo que sucede cuando
conocemos algo. La definición más sencilla nos dice que conocer consiste en
obtener una información acerca de un objeto. Conocer es conseguir un
dato o una noticia sobre algo. El conocimiento es esa noticia o información
acerca de ése objeto.
La teoría del conocimiento es una doctrina
filosófica. Para precisar su ubicación en el todo que es la filosofía, es
necesario que antes aparezca una definición esencial de esta.
Una definición esencial de la filosofía se podría
obtener atendiendo el significado de la palabra. El termino filosofía deriva
del griego y quiere deciramor a la sabiduría o , lo que es lo mismo, deseo de
saber, de conocer. Inmediatamente se nota que no se puede de obtener de la
filosofía una definición esencial, y, por lo tanto, obligatoriamente se debe de
emplear otro método.
Por ejemplo la definición de filosofía que
presentan Platón y Aristóteles como ciencia pura, es respectivamente la búsqueda de la virtud
o de la felicidad.
Como dice Dilthey: ¨Lo primero que debemos intentar es descubrir un objetivo común contenido en todos aquellos sistemas a cuya vista se constituyen todos aquellos
sistemas de la filosofía".
Estos sistemas son los de Platón y Aristóteles, Descartes y Leibnitz, Kant y Hegel ya que en todos ellos hallaremos una inclinación en
la universalidad, una orientación en la totalidad objetiva por ejemplo: el ser,
la esencia, el conocimiento.
En los principios de la edad moderna retomamos los caminos del concepto Aristotélico (tiene como centro una ciencia
universal del ser). Los sistemas de Descartes, Spinoza y Leibnitz, presentan la
misma orientación que caracteriza al Estagirita, ya que todos tienden al
conocimiento del mundo objetivo. Kant por el contrario revive el estilo
Platónico (procura elevar la vida, con todos sus conceptos a la conciencia filosófica).
Es verdad que Kant en su primera manifestación
surge como una teoría del conocimiento o como base crítica del estudio científico. Pero no se detiene en el
ámbito teórico sino que avanza a formular la base crítica de todos los campos
conocibles. Al lado de la Crítica de la razón pura, se encuentra laCrítica
de la razón práctica, que aborda el tema de la valorización moral, y la Crítica del juicio, cuyo objetivo
son las investigaciones críticas de los valores estéticos. Así pues, en Kant aparece la
filosofía como una reflexión universal del pensamiento sobre sí mismo, como una reflexión del hombreestudioso sobre los valores de su conducta.
La supresión de todos los principios materiales y objetivos, los cuales existen indudablemente en Kant, de
manera que la filosofía asume un carácterpuramente formal y metodológico. Ésta postura
intelectual provoca una reacción que forja un nuevo movimiento en el pensamiento filosófico, el cual vuelve a
inclinarse a lo material y objetivo, constituyendo una renovación del carácter
aristotélico.
Éste breve repaso de toda la evolución histórica del pensamiento filosófico, nos
permite determinar otros dos elementos del concepto esencial de la filosofía.
Al primero se conoce con la expresión "concepción del yo"; al segundo
se le llama "concepción del universo". La filosofía es ambas cosas: una concepción
del yo y una concepción del universo.
En todo conocimiento podemos distinguir cuatro
elementos:
·
El sujeto que conoce.
·
El objeto conocido.
·
La operación misma de conocer.
·
El resultado obtenido que es la información
recabada acerca del objeto.
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto
con el objeto y obtiene una información acerca del mismo. Cuando existe
congruencia o adecuación entre el objeto y la representación interna
correspondiente, decimos que estamos en posesión de una verdad.
LOS TRES NIVELES DEL CONOCIMIENTO.
El
ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible,
conceptual y holístico. El
conocimiento sensible consiste
en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el
caso de las imágenes captadas por medio de la vista.
Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas,
con color, figura y
dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por
el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el
olfato y el tacto.
En
segundo lugar, tenemos el
conocimiento conceptual, que consiste en representaciones invisibles,
inmateriales, pero universales y esenciales. La principal diferencia entre el
nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que
caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El
conocimiento sensible es singular y el conceptual universal. Por ejemplo, puedo
ver y mantener la imagen de mi padre; esto es conocimiento
sensible, singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre, que abarca a
todos los padres; es universal. El concepto de padre ya no tiene color o
dimensiones; es abstracto. La imagen de padre es singular, y representa a una
persona con dimensiones y figura concretas. En cambio el concepto de padre es universal
(padre es el ser que da vida a otro ser). La imagen de padre sólo se aplica al
que tengo en frente. En cambio, el concepto de padre se aplica a todos los
padres. Por esto decimos que la imagen es singular y el concepto es universal.
En
tercer lugar tenemos el conocimiento
holístico (también llamado
intuitivo, con el riesgo de muchas confusiones, dado que la
palabra intuición se ha utilizado hasta para hablar de premoniciones y
corazonadas). En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni estructuras universales como es el caso del
conocimiento conceptual. Intuir un objeto significa captarlo dentro de un
amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras nilímites definidos con claridad. La palabra
holístico se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la intuición
(holos significa totalidad en griego). La principal diferencia entre el
conocimiento holístico y conceptual reside en las estructuras. El primero
carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas. El
concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado. Debido a esto, lo
percibido a nivel intuitivo no se puede definir, (definir es delimitar), se capta
como un elemento de una totalidad, se tiene una vivencia de una presencia, pero
sin poder expresarla adecuadamente. Aquí está
también la raíz de la dificultad para dar ejemplos concretos de este
conocimiento. Intuir un valor, por ejemplo, es
tener la vivencia o presencia de ese valor y apreciarlo como tal, pero con una
escasa probabilidad de poder expresarla y comunicarla a
los demás.
Un
ejemplo de conocimiento holístico o intuitivo es el caso de un descubrimiento
en el terreno de la ciencia. Cuando un
científico dislumbra unahipótesis explicativa de los fenómenos que estudia,
podemos decir que ese momento tiene un conocimiento holístico, es decir, capta
al objeto estudiado en un contexto amplio en donde se relaciona con otros
objetos y se explica el fenómeno, sus relaciones, sus cambios y sus
características. El trabajoposterior del
científico, una vez que ha vislumbrado una hipótesis, consiste en traducir
en términos estructurados ( conceptos) la visión que ha captado en el
conocimiento holístico, gracias a un momento de inspiración.
La
captación de valores nos ofrece el mejor ejemplo de conocimiento holístico.
Podemos ver a un ser humano enfrente de nosotros (esto es un conocimiento
sensible o de primer nivel). Podemos captar el concepto de hombre y definirlo
(esto es un conocimiento conceptual o de segundo nivel). Pero además, podemos
vislumbrar el valor de este hombre en concreto dentro de su familia. Percibimos su
valor y lo apreciamos. Esto es un conocimiento holístico o de tercer nivel.
La
experiencia estética nos proporciona otro ejemplo de
conocimiento holístico. Percibir la belleza de una obra de arte significa captar ese objeto sin
estructuras, sin conceptos, simplemente deteniéndose en la armonía,
congruencias y afinidades con el propio sujeto. Debido a esto, la experiencia
estética se puede denominar también conocimiento por connaturalidad.
EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO.
1.- Racionalismo.
Se
denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la causa
principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un
conocimiento solo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez
universal. El planteamiento mas antiguo del racionalismo aparece en Platón. El
tiene la íntima convicción de que el conocimiento verdadero debe distinguirse
por la posesión de las notas de la necesidad lógica y de la validez universal.
2.- El empirismo.
Frente
a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la razón, es el único principio
del conocimiento, el empirismo ( del griego Empereimía = experiencia ) opone la
antitesis: la única causa del conocimiento humano es la experiencia. Según el
empirismo, no existe un patrimonio a priori de la razón. La conciencia
cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón , sino exclusivamente de la
experiencia. El espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo
conocimiento.
El
racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal,
mientras que el empirismo, se origina en los hechos concretos.
Los
racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores
del empirismo, según lo prueba su historia, frecuentemente vienen de las cienciasnaturales. Esto se
entiende sin esfuerzo. La experiencia es el factor determinante en las ciencias
naturales.
En
ellas, lo más importante es la comprobación exacta de los hechos por medio de
una cuidadosa observación. El investigador depende totalmente de la experiencia.
Suelen distinguirse dos clases de experiencia: una interna y otra externa. El
fundamento de un conocimiento válido, no se encuentra en la experiencia, sino
en el pensamiento.
3.- Apriorismo.
En
la historia de la Filosofía existe también un segundo esfuerzo de
intermediación entre el racionalismo y el empirismo: el apriorismo. El cual
también considera que la razón y la experiencia son a causa del conocimiento.
Pero se diferencia del intelectualismo porque establece una relación entre la
razón y la experiencia, en una dirección diametralmente opuesta a la de éste.
En la tendencia de apriorismo, se sostiene que nuestro conocimiento posee
algunos elementos a priori que son independientes de la experiencia. Esta
afirmación también pertenece al racionalismo. Si relacionáramos el
intelectualismo y el apriorismo con los dos extremos contrarios entre los
cuales pretenden mediar, inmediatamente descubriríamos que el intelectualismo
tiene afinidad con el empirismo, mientras que el apriorismo, se acerca al
racionalismo. El intelectualismo forma sus conceptos de la experiencia; el
apriorismo rechaza tal conclusión y establece que el factor cognoscitivo
procede de la razón y no de la experiencia.
LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO.
1.- El dogmatismo.
Para
el, resulta comprensible el que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehenda
su objeto, esta actitud se fundamenta en una confianza total
en la razón humana, confianza que aún no es debilitada por la duda.
El
dogmatismo supone absolutamente la posibilidad y realidad del contacto entre el
sujeto y el objeto.
Para
Kant el dogmatismo es la actitud de quien estudia la metafísica sin haber determinado con anterioridad
cuál es la capacidad de la razón humana para tal estudio.
2.-El escepticismo.
El
dogmatismo frecuentemente se transforma en su opuesto, en el escepticismo.
Mientras que el dogmatismo considera que la posibilidad de un contacto entre el
sujeto y el objeto es comprensible en sí misma, el escepticismo niega tal
posibilidad. El sujeto no puede aprehender al objeto, afirma el escepticismo.
Por tanto, el conocimiento, considerado como la aprehensión real de un objeto,
es imposible. Según esto, no podemos externar ningún juicio, y debemos
abstenernos totalmente de juzgar.
Mientras
que el dogmatismo en cierta forma ignora al sujeto, el escepticismo desconoce
al objeto.
El
escepticismo se puede hallar, principalmente, en la antigüedad. Su fundador fue
Pirrón de Elis ( 360 a 270 ) . El afirma que no puede lograrse un contacto
entre el sujeto y el objeto. La conciencia y cognoscente esta imposibilitada
para aprehender su objeto.
3.- El subjetivismo y el relativismo.
El
escepticismo sostiene que no hay verdad alguna. El subjetivismo y el
relativismo no son tan radicales. Con ellos se afirma que si existe una verdad;
sin embargo, tal verdad tiene una validez limitada. El subjetivismo, como su
nombre lo indica, limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga.
El relativismo afirma que no existe alguna verdad, alguna verdad absolutamente
universal.
El
subjetivismo y el relativismo son análogos, en su contenido, al escepticismo.
En efecto, ambos niegan la verdad; no en forma directa como el escepticismo,
pero sí en forma indirecta al dudar de su validez universal.
4.- El pragmatismo.
El
escepticismo presenta una actitud esencialmente negativa. Formula la negación
de la posibilidad del conocimiento. El escepticismo adquiere un cariz positivo
en el pragmatismo moderno. El pragmatismo, al igual que el escepticismo,
desecha el concepto de la verdad considerado como concordancia.
El
pragmatismo cambia el concepto de la verdad en cuanto que es originado por una
peculiar concepción de lo que es el ser humano. Dentro de tal concepción el hombre
no es primordialmente un ser especulativo y pensante, sino un ser práctico, un
ser volitivo.
5.- El criticismo.
Existe
una tercer postura que resolvería la antitesis en una síntesis. Esta postura
intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo recibe el nombre de
criticismo. Al igual que el dogmatismo, el criticismo admite una confianza
fundamental en la razón humana. El criticismo está convencido de que es posible
el conocimiento de que existe la verdad. Pero mientras que tal confianza
conduce al dogmatismo, a la aceptación candorosa, para decirlo en alguna forma,
de todas las aseveraciones de la razón humana y al no fijar límites al poder
del conocimiento humano, el criticismo pone, junto a la confianza general en el
conocimiento humano, una desconfianza hacia cada conocimiento particular,
acercándose al escepticismo por esto.
El
criticismo examina todas y cada una de las aseveraciones de la razón humana y
nada acepta con indiferencia.
RAZÓN CONTRA PERCEPCIÓN.
Desde
el siglo XVII hasta finales del siglo XIX la cuestión principal en
epistemología contrastó la razón contra el sentido de percepción como medio
para adquirir el conocimiento. Para los racionalistas, entre los más destacados
el francés René Descartes, el holandés Baruch Spinoza y el alemán, Gottfried
Wilhelm Leibniz, la principal fuente y prueba final del conocimiento era el
razonamiento deductivo basado en principios evidentes o axiomas.Para los empiristas,
empezando por los filósofos ingleses Francis Bacon y John Locke, la fuente
principal y prueba última del conocimiento era la percepción.
Bacon
inauguró la nueva era de la ciencia moderna criticando la confianza medieval en
la tradición y la autoridad y aportando nuevas normas para articular el método científico,
entre las que se incluyen el primer grupo de reglas de lógica inductiva
formuladas. Locke criticó la creencia racionalista de que los principios del
conocimiento son evidentes por una vía intuitiva, y argumentó que todo
conocimiento deriva de la experiencia, ya sea de la procedente del mundo
externo, que imprime sensaciones en la mente, ya sea de la experiencia interna,
cuando la mente refleja sus propias actividades. Afirmó que el conocimiento
humano de los objetos físicos externos está siempre sujeto a los errores de los
sentidos y concluyó que no se puede tener un conocimiento certero del mundo
físico que resulte absoluto.
El
filósofo irlandés George Berkeley estaba de acuerdo con Locke en que el
conocimiento se adquiere a través de las ideas, pero rechazó la creencia de
Locke de que es posible distinguir entre ideas y objetos. El filósofo escocés
David Hume siguió con la tradición empirista, pero no aceptó la conclusión de
Berkeley de que el conocimiento consistía tan sólo en ideas. Dividió todo el
conocimiento en dos clases: el conocimiento de la relación de las ideas —es
decir, el conocimiento hallado en las matemáticas y la lógica, que es exacto y
certero pero no aporta información sobre el mundo— y el conocimiento de la
realidad —es decir, el que se deriva de la percepción. Hume afirmó que la mayor
parte del conocimiento de la realidad descansa en la relación causa-efecto, y
al no existir ninguna conexión lógica entre una causa dada y su efecto, no se
puede esperar conocer ninguna realidad futura con certeza. Así, las leyes de la ciencia más certeras podrían no
seguir siendo verdad: una conclusión que tuvo un impacto revolucionario en la
filosofía.
El
filósofo alemán Immanuel Kant intentó resolver la crisis provocada por Locke y llevada a su
punto más alto por las teorías de Hume; propuso una solución en la
que combinaba elementos del racionalismo con algunas tesis procedentes del
empirismo. Coincidió con los racionalistas en que se puede tener conocimiento
exacto y certero, pero siguió a los empiristas en mantener que dicho
conocimiento es más informativo sobre la estructura del pensamiento que sobre el mundo que
se halla al margen del mismo. Distinguió tres tipos de conocimiento: analítico a priori, que es exacto y certero pero no
informativo, porque sólo aclara lo que está contenido en las definiciones; sintético a posteriori, que transmite información sobre el
mundo aprendido a partir de la experiencia, pero está sujeto a los errores de
los sentidos, y sintético a
priori, que se descubre por
la intuición y es a la vez exacto y certero, ya que expresa las condiciones
necesarias que la mente impone a todos los objetos de la experiencia. Las
matemáticas y la filosofía, de acuerdo con Kant, aportan este último tipo de
conocimiento. Desde los tiempos de Kant, una de las cuestiones sobre las que
más se ha debatido en filosofía ha sido si existe o no el conocimiento
sintético a priori.
Durante
el siglo XIX, el filósofo alemán George Wilhelm Friedrich Hegel retomó la
afirmación racionalista de que el conocimiento certero de la realidad puede
alcanzarse con carácter absoluto equiparando los procesos del pensamiento, de la naturaleza y de
la historia. Hegel provocó un interés por la historia y el enfoque histórico
del conocimiento que más tarde fue realzado por Herbert Spencer en Gran Bretaña
y la escuela alemana del historicismo. Spencer y el
filósofo francés Auguste Comte llamaron la atención sobre la importancia de la sociología como una rama del conocimiento y ambos
aplicaron los principios del empirismo al estudio de la sociedad.
La
escuela estadounidense del pragmatismo, fundada por los filósofos Charles
Sanders Peirce, William James y John Dewey a principios de este siglo, llevó el
empirismo aún más lejos al mantener que el conocimiento es un instrumento de acción y que todas las creencias tenían que
ser juzgadas por suutilidad como reglas para predecir las
experiencias.
POSICIÓN DE LOS AUTORES FRENTE AL CONCOCIMIENTO.
Para
algunos autores, el fundamento de la posibilidad del conocimiento es la
realidad, bien la sensible (como han defendido los filósofos de orientación
empirista), bien la inteligible (como aquellos racionalistas que han defendido
el carácter realmente existente de las entidades conceptuales o nociones
generales).
El
primer gran filósofo que abordó el estudio del conocimiento fué el francés René
Descartes, en el siglo XVII. Descartes intentó descubrir un fundamento del
conocimiento que fuera independiente de límites y supuestos. Para él, conocer
es partir de una proposición evidente, que se apoya en una intuición primaria.
Descartes formuló tal proposición en su célebre sentencia: "pienso, luego
existo".
Kant
negó que la realidad pudiera ser explicada mediante los solos conceptos y se
propuso conseguir el mismo objetivo, pero intentando determinar los límites y
capacidades de la razón. Si bien existen, efectivamente, juicios sintéticos
apriori, que son la condición necesaria de toda comprehensión de la naturaleza
(trascendentales), el ámbito del conocimiento de limita, sin embargo en el
pensamiento de Kant, al reino de la experiencia.
Según
el británico John Locke, representante moderado del empirismo, las impresiones
de la sensibilidad sólo formaban la base primaria del conocimiento. El también
británico David Hume y algunos autores neopositivistas posteriores
consideraron, por el contrario, que las nociones de las ciencias formales no
son empíricas ni conceptuales, sino formales y, por lo tanto, vacías de
conocimiento.
De
acuerdo con determinadas formas de empirismo existen otras experiencias además
de la sensible, como la experiencia histórica, la experiencia intelectual, etc.
En estas posiciones, a algunos de cuyos precursores - los alemanes Friedrich Nietzsche y Wilhelm Dilthey- difícilmente se les
puede considerar como empiristas, el término experiencia se entiende en un
sentido más amplio. Los autores más representativos de estas posiciones son el
alemán Martin Heidegger y el francés Jean- Paul- Sartre, que defendieron
posturas existencialistas; los estadounidenses John Dewey y William James, de
orientación pragmatista; y el español José Ortega y Gasset, que mantuvo la
postura que él llamó raciovitalismo, en la que vida y razón constituían los dos
polos de su concepción del mundo.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.
Mientras
que la epistemología ha sido entendida tradicionalmente como una teoría del
conocimiento en general, en el siglo XX los filósofos se interesaron
principalmente por construir una teoría del conocimiento científico, suponiendo que si se
lograra disponer de teoría adecuadas que explicaran los mecanismos de un
conocimiento de este tipo, podrían avanzar considerablemente por la misma vía
en la solución de problemas gnoseológicos (doctrinas filosófica y religiosa que
pretendía tener un conocimiento misterioso e instintivo de las cosas divinas)
más generales.
La
elaboración de una epistemología de este tipo constituyó la tarea abordada
especialmente por los autores del Círculo de Viena, que fueron el germen de
todo movimiento del empirismo o positivismo lógico. Para éstos filósofos se
trataba de conseguir un sistema unitario de saber y conocimiento, lo que
requería la unificación del lenguaje y la metodología de las distintas ciencias. Este
lenguaje debería ser insersubjetivo - lo que exigía la utilización de
formalismos y de una semántica común- y universal, es decir,
cualquier proposición debía poder traducirse a él.
Lo
único que puede hacerse es formular la hipótesis de la existencia de una
realidad independiente de nuestra experiencia e indicar criterios para su
contrastación en la medida en que una afirmación de existencia implica
determinados enunciados perceptivos. No hay ninguna posibilidad de decisión
respecto a una realidad o idealidad absolutas. Ello sería, en palabras de
Carnap, un seudoproblema. Todas las formas epistemológicas de la tradición
filosófica inspiradas en posiciones metafísicas - el idealismo y el realismo filosófico, el fenomelanismo, el
solipsismo, etc.- caerían, así, fuera del ámbito del conocimiento empírico, ya
que buscarían responder a una pregunta imposible.
EPISTEMOLOGÍA EN EL SIGLO XX.
A
principios del siglo XX los problemas epistemológicos fueron discutidos a fondo
y sutiles matices de diferencia empezaron a dividir a las distintas escuelas de
pensamiento rivales. Se prestó especial atención a la relación entre el acto de
percibir algo, el objeto percibido de una forma directa y la cosa que se puede
decir que se conoce como resultado de la propia percepción. Los autores
fenomenológicos afirmaron que los objetos de conocimiento son los mismos que
los objetos percibidos. Los neorealistas sostuvieron que se tienen percepciones
directas de los objetos físicos o partes de los objetos físicos en vez de los
estados mentales personales de cada uno. Los realistas críticos adoptaron una
posición intermedia, manteniendo que aunque se perciben sólo datos sensoriales,
como los colores y los sonidos, éstos representan objetos físicos sobre los
cuales aportan conocimiento.
Un
método para enfrentarse al problema de clarificar la relación entre el acto de
conocer y el objeto conocido fue elaborado por el filósofo alemán Edmund
Husserl. Perfiló un procedimiento elaborado, al que llamó fenomenología, por medio
del cual se puede distinguir cómo son las cosas a partir de cómo uno piensa que
son en realidad, alcanzando así una comprensión más precisa de las bases
conceptuales del conocimiento.
Durante
el segundo cuarto del siglo XX surgieron dos escuelas de pensamiento, ambas
deudoras del filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Por una parte, la escuela
del empirismo o positivismo lógico, tuvo su origen en Viena, Austria, pero
pronto se extendió por todo el mundo. Los empiristas lógicos hicieron hincapié
en que sólo hay una clase de conocimiento: el conocimiento
científico; que cualquier conocimiento válido tiene que ser verificable en la
experiencia; y, por lo tanto, que mucho de lo que había sido dado por bueno por
la filosofía no era ni verdadero ni falso, sino carente de sentido. A la
postre, siguiendo a Hume y a Kant, se tenía que establecer una clara distinción
entre enunciados analíticos y sintéticos. El llamado criterio de verificabilidad
del significado ha sufrido cambios como consecuencia de las discusiones entre
los propios empiristas lógicos, así como entre sus críticos, pero no ha sido
descartado.
La
última de estas recientes escuelas de pensamiento, englobadas en el campo del análisis lingüístico (véase Filosofía analítica) o en la filosofía
del lenguaje corriente, parece romper con la epistemología tradicional. Los
analistas lingüísticos se han propuesto estudiar el modo real en que se usan
los términos epistemológicos claves —términos como conocimiento, percepción y probabilidad—
y formular reglas definitivas para su uso con objeto de evitar confusiones
verbales. El filósofo británico John Langshaw Austin afirmó, por ejemplo, que
decir que un enunciado es verdadero no añade nada al enunciado excepto una
promesa por parte del que habla o escrib e. Austin no considera la verdad como
una cualidad o propiedad de los enunciados o elocuciones.
CONCLUSIÓN.:
Si
la epistemología - el estudio del conocimiento- constituye, por su propia
naturaleza, una de las partes esenciales de la filosofía, la creciente
importancia en la ciencia y la consiguiente necesidad de dotarla de sólidos
fundamentos teóricos ha acrecentado aún más el interés por la misma en el
moderno pensamiento filosófico.
El Actor Social que
Hace Investigación:
Reflexiones en Torno a
la Enseñanza de la Metodología y del Usuario de la Estadística
Introducción
La
discusión sobre "cómo enseñar estadística y/o metodología" tiene como
supuesto de base que el receptor de esta acción de enseñanza es un individuo.
Sin embargo, en el contexto de la investigación científica en general, y de la
investigación social en particular, este supuesto puede que no sea correcto.
Más y más el proceso de la investigación científica lo asume un conjunto de
individuos que componen un "equipo de investigación". Desde la
perspectiva sociológica este equipo de investigación se puede entender como un
actor social; un ente colectivo, pero un actor social de toda
forma.
El
equipo de investigación, sin embargo, puede asumir varias formas. Las formas
pueden definirse en base a tres dimensiones. La primera dimensión es si el
equipo refleja un conjunto de individuos de una o de más disciplinas. La
segunda dimensión es la ubicación del objeto de estudio en el espectro de las
disciplinas científicas. La tercera dimensión es el tipo de visión deseada o
esperada de ese objeto. Estas tres dimensiones generan, a su vez, cuatro
modalidades de equipos de investigación.
Estas
modalidades demandan diferentes cosas de los miembros de los equipos,
especialmente en lo que concierne el modo de comunicación entre los miembros y
en la visión final del objeto de estudio. Son estas demandas las que nos
deberían llevar a repensar la forma en que enseñamos como investigar. El
receptor del proceso de enseñanza/aprendizaje debe reconcebirse como el equipo
de investigación, es esa la única forma en que podemos comunicar adecuadamente
"como se hace la investigación". Si bien la investigación social aún
se ejecuta por un actor social, ese actor social ya no es un individuo, sino un
colectivo. Esto implica que la formación de investigadores individuales debe
hacerse en función del rol que ocupan en un equipo de investigación en
vigencia, no en función de una asignatura en una malla de estudios totalmente
desvinculada del quehacer diario de un investigador de hoy.
Las
Bases Empíricas
El
tema del que se ocupa este trabajo surgió como el resultado de reflexiones
personales en torno a dos experiencias concretas que tuve, una como alumno y la
otra como "especialista". Me parece importante relatar estas
experiencias para aclarar algunos de los puntos que aquí se tratan.
La
primera experiencia fue durante el Seminario Regional de Formación de
Formadores del Programa PRESTA en Montevideo, Uruguay, en 1996. La experiencia
a que me refiero fue una conversación en la cual yo (un sociólogo) y otro
participante del seminario (un estadístico) nos juntamos en el medio de la sala
de computación (donde se llevaba a cabo un laboratorio práctico) para tratar de
entender qué es lo que habíamos hecho recién. El estadístico tratando de
explicarle al sociólogo exactamente qué es lo que se había hecho en términos
estadísticos; enfatizando el cómo del problema. El sociólogo, a la vez, trataba
de explicarle al estadístico lo que esos números y gráficos significaban;
enfatizando el por qué del problema. Mientras nosotros dos intentábamos
desesperadamente de elaborar un lenguaje y un referencial que nos permitiera
comunicarnos, en torno nuestro se reunió un grupo de 7-8 personas interesadas
en lo que el estadístico y el sociólogo estaban tratando de hacer: elaborar un
lenguaje común que facilite el entendimiento intersubjetivo. Lo más interesante
de esta experiencia es que, si bien todos los participantes ahí presentes
tenían años de experiencia en investigación social, la elaboración de un
discurso común era algo novedoso para todos.
La
segunda experiencia ocurrió en 1998 cuando un colega me pidió que le prestara
asesoría a un grupo de investigación en que él estaba participando. Este equipo
de investigación estaba compuesto de 5 profesionales: una enfermera, un
abogado, un médico, un historiador y un sociólogo que se habían juntado para
ejecutar una investigación sobre las condiciones laborales de mujeres en
empresas pesqueras, un tema que podía ser enfocado desde cada una de estas
disciplinas. Mi colega me hizo llegar una copia del instrumento de encuesta que
habían elaborado para recoger información. Mi primer acto al llegar a la
reunión con el equipo fue preguntar:
"Díganme si tengo razón o no. Cada uno de Uds.
tomó la temática del estudio, se fue a casa y desarrollo el mejor conjunto de
preguntas que respondían a sus intereses disciplinarios particulares y,
después, uno de Uds. tuvo la tarea de juntar los cinco `sets´ de preguntas y
crear un instrumento. ¿Fue así, o no?"
Los
cinco miembros del equipo bajaron la cabeza y respondieron que efectivamente
había sido así. De ahí que entramos en una larga conversación sobre como esta
visión múltiple no lograba alcanzar una visión coherente informada por
diferentes disciplinas y que, como consecuencia de eso, en este trabajo no
había claridad sobre el objeto de estudio. Fue en esa misma conversación que el
equipo reconoció que, si bien estaban muy orgullosos de componer un equipo
multidisciplinario, no tenían muy claro como exactamente debería funcionar un
equipo multidisciplinario.
¿Cómo
debe funcionar un equipo multidisciplinario? Que buena la pregunta! Ahí logré
hacer el vinculo con la experiencia anterior en Montevideo. El equipo
multidisciplinario debe operar en torno a una visión coherente, informada
desde diferente disciplinas, en que los miembros del equipo laboren para
enseñarse y aprender a observar su objeto de estudio, no simplemente dejar que
cada persona se ocupe de lo suyo. Eso fue lo que hicimos en Montevideo, sin
saberlo.
Las
Bases Teóricas
En
el campo de la sociología, el concepto de actor social se ha entendido
principalmente como un individuo que actúa dentro de un sistema social (Weber
1977; Parsons 1951). Los grupos, por el otro lado, se reconocían como entes
sociales de mucha importancia pero no se les daba la designación de actor
social, esa categoría se resguardaba para el individuo. Esta visión ha recibido
ataques frontales en la teoría sociológica de los últimos años, particularmente
desde las teorías de intercambio o de elección racional. En el intento de
superar las antiguas separaciones entre lo macro y lo micro, entre la
estructura y la agencia, sociólogos como Blau, Emerson y Cook, y Coleman han
expandido el concepto del actor social hasta incorporar el nuevo actor social,
el actor colectivo.
Coleman
argumenta que el actor colectivo, como el actor individual, es un actor social
porque ambos tienen "control sobre los recursos y los eventos, intereses
en los recursos y los eventos, y capacidad de emprender acciones para llevar a
cabo esos intereses mediante el control" (1990: 542). Es un simple
ejercicio tratar de concebir un equipo de investigación como un actor
"corporativo" en la terminología de Coleman. El equipo de
investigación tiene control sobre los recursos y eventos, tiene intereses sobre
los recursos y eventos, y tiene la capacidad para emprender acciones para
realizar esos intereses.
Berger,
Eyre y Zeldtich conciben del actor social como cualquiera de una gama de
posibles "interactores", desde el individuo hasta un país, porque
cada interactor tiene la "capacidad de controlar la variación entre las
propias acciones de sus actores" (1989: 23). Otra postura crítica hacia la
visión tradicional del actor social como el individuo es la propuesta por
Giddens en su Teoría de la Estructuración. Si bien en esta teoría el actor
social no pasa a ser un colectivo, si se destaca la debilidad conceptual del
individuo como unidad de análisis para entender las prácticas sociales. Si
pensamos en la investigación social como una práctica social, la famosa frase
de Giddens que "el dominio básico del estudio de las ciencias sociales
[es] las prácticas sociales ordenadas a través del tiempo y en el espacio"
(1984: 2) se hace mucho más importante. La investigación social se debe
entender como prácticas sociales particulares y, por ende, el énfasis de la
formación de investigadores debe partir de una reflexión sobre como se
construyen estas prácticas sociales.
Finalmente,
vale destacar la postura de las teorías del intercambio en relación al actor
colectivo y el intercambio de conocimiento y experiencia. Cook et al. (1983:
277) plantean que una red de intercambio tiene los siguientes componentes:
1.
Un conjunto de actores que pueden ser individuos o colectividades;
1.
Recursos valiosos que se distribuyen entre los
actores;
2.
Existe una serie de oportunidades de intercambio
entre todos los actores de la red;
3.
Las relaciones de intercambio, o las oportunidades
de intercambio, existen entre los actores; y
4.
Las relaciones de intercambio están conectadas unas
a otras en una única estructura de red.
Este
esquema se puede utilizar para estudiar la dinámica dentro del equipo de
investigación, siguiendo una concepción tradicional de actor social, que
destaca los intercambios de experiencia y conocimientos (o aportes
disciplinarios). Sin embargo, este mismo esquema conceptual se puede utilizar
para entender el sistema de interacciones que se dan entre el equipo de
investigación, el actor social colectivo, y otros actores sociales como, pro
ejemplo, un profesor de metodología y estadística. Un tratamiento en
profundidad de la aplicabilidad de las teorías de intercambio a la
estructuración de equipos de investigación está más allá de los propósitos de
este ensayo que pretende simplemente demostrar que existe una fuerte tradición
sociológica de tratar a un colectivo de individuos como un actor social.
Los
Tipos de Investigadores Colectivos
Cuando
era joven, las palabras científico e investigador generaban la misma imagen en
mi mente: la de un individuo, generalmente un hombre, en búsqueda de una
resolución para un misterio. Las imágenes tenían matices, por un lado estaba el
Dr. Einstein y por otro lado un sargento de policía de Nueva York.
Principalmente, sin embargo, la imagen era la de mi padre, un investigador de
laboratorio de la vieja escuela y un ejemplo paradigmático del actor social
individual que hace investigación. Mi propia formación en las ciencias me llevó
a expandir mis concepciones del actor social que hace investigación al
considerar que en muchas ocasiones la investigación se hacía por un grupo de
personas, por un actor social colectivo.
Al
reflexionar hoy sobre este Actor Social Colectivo que Hace Investigación
(ASCHI), llego a la conclusión de que existen cuatro tipos diferentes:
1.
El ASCHI intradisciplinario;
2.
El ASCHI interdisciplinario;
3.
El ASCHI multidisciplinario; y
4.
El ASCHI transdisciplinario.
Cada
uno de estos tipos es, de cierto modo, un mejoramiento del tipo anterior. Los
criterios de definición varían en cada transición pero me parece que son
coherentes.
El
ASCHI intradisciplinario es un equipo compuesto por un conjunto de personas de
una misma disciplina. La constitución de este equipo se fundamenta en la idea,
y en mi opinión correcta, de que tener más de una persona tratando de resolver
el mismo problema aumenta la probabilidad de lograr una resolución adecuada.
Más aún, como sociólogo debo reconocer la eficiencia y eficacia que en muchos
casos acompaña la división de trabajo. El ASCHI intradisciplinario tiene una
gran ventaja sobre los tres otros ASCHIs en que, al ser de una misma disciplina,
todos se pueden comunicar relativamente bien dado que sus formaciones son
parecidas. En la mayoría de los casos, cuando se juntan dos sociólogos, o dos
químicos, o dos médicos a discutir algún tema no se preocupan si los dos
entienden la autoridad legal-racional, o ácido sulfúrico 6 molar, o el reflejo
de Babinski de la misma forma. Para el ASCHI intradisciplinario, los temas de
comunicación y de entendimiento y consenso intersubjetivo no plantean grandes
barreras para el progreso del equipo de investigación.
El
segundo ASCHI, el interdisciplinario, nace principalmente con el reconocimiento
de que existen fenómenos en el mundo que no pueden ser fácilmente catalogados
como pertenecientes a una disciplina u otra, sino que pertenecen a un área
nebulosa existente entre las regiones definidas como
disciplinas. La conducta desviada en general, y la criminalidad en particular,
son un excelente ejemplo de un fenómeno mal catalogado. Por años la
criminalidad se ha intentado explicar desde la perspectiva de una disciplina en
particular y, en todos los casos, las explicaciones no han sido satisfactorias.
Hoy en día, más y más, la criminalidad se enfoca desde una perspectiva
bio-psico-social. Es decir, se reconoce que, para entender este fenómeno de la
mejor forma posible, tenemos que reconocer el carácter interdisciplinario del
tema de interés. Sin embargo, la formación de equipos interdisciplinarios trae
un problema inherente, el de la comunicación dentro del grupo. ¿Cómo se pueden
entender un biólogo, un psicólogo y un sociólogo para poder, a su vez, entender
el fenómeno que estudian? Normalmente no lo hacen de forma óptima. Apoyándose
sobre la división del trabajo y la escasez de tiempo, dividen sus funciones y
el resultado es una visión de mosaico del fenómeno bajo estudio: varias
visiones diferentes que, desde lejos aparentan una visión coherente sobre el
fenómeno pero que, al acercarse, se nota que en realidad son diferentes
visiones que no se unen de forma coherente, que no entregan una visión
detallada y holísitca del fenómeno de interés.
El
ASCHI interdisciplinario demuestra la gran ventaja de visiones diferentes pero,
al plantear el problema de comunicación y consenso intersubjetivo, no logra
cumplir con su promesa inicial. El ASCHI multidisciplinario, muy de moda en el
mundo científico actual, es en su estructura y funcionamiento casi igual al
ASCHI interdisciplinario, la diferencia yace en su objeto de estudio y en los
que componen el grupo. Si bien en ASCHI interdisciplinario se dedicaba a
estudiar esos fenómenos que no estaban bien catalogados y efectivamente
parecían ocupar un espacio "entre disciplinas", el ASCHI
multidisciplinario reconoce la ventaja de juntar diferentes perspectivas en
torno a otros temas de interés, incluyendo los que están firmemente dentro del
campo de una disciplina. Esto, a su vez, significó que las disciplinas
representadas ya no tenían que ser aquellas que tenían bordes comunes (entre
los cuales se encontraba el objeto interdisciplinario) y que el espectro de
posibilidades de cooperación se veía incrementado. Esto lleva a equipos de
investigación compuestos de, por ejemplo, sociólogos, historiadores, abogados,
estadísticos y médicos. Esta situación ha hecho aún más difícil la comunicación
entre los miembros del equipo y se ha optado, más y más, por dividir el trabajo
con resultados como en la anécdota que describí anteriormente. El ASCHI
multidisciplinario, si bien tiene la orientación correcta, le hace falta más
claridad sobre como operar para lograr el entendimiento profundo de nuestro
universo tan complejo.
El
ASCHI transdisciplinario es, a mi modo de pensar, el ASCHI del futuro. Esta
perspectiva sobre el tema de la disciplinariedad parte del reconocimiento que
el objetivo de nuestras investigaciones es llegar a tener una visión clara y
coherente sobre los fenómenos que nos interesan. Para poder tener esa visión
clara y coherente, y para poder comunicar esa visión al mundo, lo que se
necesita es que los miembros de los equipos de investigación puedan comunicarse
entre ellos; que logren desarrollar una visión única del objeto de estudio,
apoyándose en esa comunicación; que la visión única del objeto sea informada
por las diferentes disciplinas, pero que no sea una suma aritmética de la
visiones disciplinarias; que al ser informada por diferentes disciplinas, se pueda
comunicar esa información al mundo sin caer en la "jerga" propia de
cada disciplina; finalmente, que esta aproximación a la realidad sea lo más
fiel posible a la complejidad de esa realidad y no a las disputas políticas
académicas que a menudo nos distancian en vez de unirnos como científicos. Esta
forma de hacer investigación en equipo requiere que reflexionemos sobre como
enseñamos metodología.
Conclusión:
Enseñando Metodología al Investigador Colectivo
En
casi todo nivel de educación formal, se enseña, de una u otra forma, como
investigar. A mi hija de 8 años le están enseñando a buscar respuestas a sus
preguntas... eso es investigar. Sin embargo, es mínima la reflexión pedagógica
que se hace sobre "para qué" se enseña a investigar. La cantidad de alumnos
de secundaria que algún día disecarán a un sapo o necesiten replicar el
experimento para ver cuanta azúcar se puede diluir en un litro de agua a
diferentes temperaturas es ínfimo. Al menos en la secundaria nos podemos decir
que estamos enseñando una cierta lógica.
Sin
embargo, la enseñanza de la metodología en la universidad es muy parecida.
Enseñamos estadística como si estuviéramos formando matemáticos, explicando en
gran detalle como calcular un coeficiente de correlación de Pearson pero
obviando el problema mucho mayor de cuándo y cómo usarlo. Enseñamos metodología
de la misma forma, dedicándole 12 horas pedagógicas a como construir un buen
ítem en un cuestionario sabiendo muy bien que, al momento de hacer sus tesis,
nuestros alumnos optarán por métodos cualitativos. La pregunta, entonces, es
"¿para qué enseñamos metodología en pregrado?" La respuesta obvia
"para que los profesionales sepan hacer investigación" es, en mi
opinión, equivocada. La formación de pregrado debería tener otra orientación, debería
plantearse como objetivos 1) capacitar al alumno para que pueda leer trabajos
científicos y entenderlos (criticarlos, metodológicamente, me parece mucho
pedir); y 2) capacitar al alumno para que, en un equipo multidisciplinario,
pueda entender lo que está pasando.
La
enseñanza de "cómo hacer investigación" me parece prematura en el
pregrado. Para empezar, porque la metodología se descontextualiza de sus
raíces, la investigación. Son pocos los programas de pregrado que logran
incluir en sus mallas curriculares algún tipo de experiencia en la que el
alumno tome un tema de interés propio y desarrolle un investigación de inicio a
fin. En los pocos casos en que se hace, la profundidad y rigor metodológico no
son los mismos que se presentan en el quehacer profesional de estos alumnos al
salir de la universidad. (¿Cuantos de nuestros alumnos, al titularse, están en
condiciones de extraer una muestra polietápica y calcular los errores
estándares correspondientes?) Entonces estamos titulando a alumnos que no están
preparados para hacer investigación con el rigor que nuestra disciplina, aún
precaria en América Latina, requiere para fortalecerse en nuestras sociedades.
Más
aún, al enseñar investigación dentro de la formación curricular del sociólogo,
también se pierde totalmente de vista el hecho que, probablemente, cuando
nuestros alumnos tengan que efectivamente hacer investigación, será en un grupo
inter/multi/transdisciplinario. Esto significa que nuestros alumnos, para ese
evento, no tienen ninguna formación en como definir, discutir, delimitar y
entender un objeto de estudio en conjunto con sus colegas de otras disciplinas.
En fin, nuestros alumnos, y los de las otras disciplinas, no están capacitados
para hacer investigación con pares de otras disciplinas.
¿Como
deberíamos enseñar a investigar, entonces? Primero, debemos superar la idea que
enseñar metodología es enseñar a investigar. Segundo, debemos enseñar
metodología en pregrado con el objetivo de capacitar a los estudiantes a
entender lo que leen. Tercero, debemos entregar, en pregrado, un lenguaje
básico que permita que nuestros graduados se puedan mover en un entorno de
investigación. Cuarto, debemos dejar la enseñanza de cómo hacer investigación
para formación de postgrado o formación continua. Quinto, debemos reconocer
que, en muchos casos, la enseñanza de metodología de postgrado (magíster y/o
doctorado) no es muy diferente que la de pregrado y sufre de los mismos
problemas. Sexto, debemos reconcebir la formación de investigadores como la
formación de equipos de investigación, es decir, repensar el problema en el
contexto de actores sociales colectivos.
El
"alumno" en una clase de metodología debería ser un equipo de
investigación. Si el equipo está compuesto por sociólogos, historiadores,
abogados, estadísticos y médicos, ese es el beneficiario del proceso
enseñanza-aprendizaje. Una de las cosas más difíciles que este grupo
heterogéneo debe realizar en su proceso de investigación es definir su objeto
de estudio. Eso requiere de paciencia y compromiso por parte del profesor;
requiere que, entre los objetivos fundamentales de la experiencia (noten que no
hablo de clase), está ayudar a que los integrantes del grupo aprendan a
comunicarse, a entenderse, a enseñarse; requiere que, le guste o no, todos tienen
que participar en la formulación del objeto. Habiendo formulado el objeto,
viene la etapa de recolección y tratamiento de datos. Esto requiere que todos
participen en la formulación de instrumentos; requiere que todos participen en
el tratamiento de los datos; requiere que todos participen en el análisis de
los datos; y requiere que todos participen en la redacción del informe. Vale
destacar aquí algo que a menudo no se contempla. El análisis de los datos no se
le puede dejar a una persona porque el análisis de los datos es el proceso que
le otorga sentido a los datos. Si el objeto se creo por un equipo porque se
pensó que el equipo podría aportar más a esa formulación que un individuo,
también es cierto que ese actor social colectivo pueda hacer mejor sentido de
un conjunto de datos de lo que pueda hacer un actor social individual.
Finalmente
me gustaría terminar con la moraleja de mi experiencia en Montevideo en el
Seminario PRESTA: no es necesario que todos entiendan todo con el mismo grado
de profundidad; si me permiten usar la terminología del análisis factorial, no
es necesario que todos sepan como diagonalizar una matriz, pero si es necesario
que todos sepan leer un plano factorial.
Materialismo dialéctico
Materialismo dialéctico es la corriente del materialismo filosófico de acuerdo a los
planteamientos originales de Engels y Marx que posteriormente fueron
enriquecidos por Vladimir I. Lenin y después sistematizados por miembros
de la Academia de las Ciencias de laUnión Soviética principalmente.1 y maoista. Esta corriente filosófica
define la materia como el sustrato de toda realidad sea
concreta o abstracta (pensamientos),1 emancipa la primacía e independencia
de la materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la
cognoscibilidad del mundo en virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica –basada en las leyes dialécticas
propuestas por Hegel– para interpretar el mundo, superando así al materialismo
mecanicista. El materialismo dialéctico es uno de los tres componentes –la base
filosófica– del comunismo marxista-leninista.2 Denominado “Diamat”, el materialismo
dialéctico fue también la filosofía oficial de la antigua Unión Soviética.3
El materialismo dialéctico, como sistema filosófico, es opuesto al idealismo filosófico que concibe al espíritu como el principio de la realidad. Para
el materialismo dialéctico las ideas tienen un origen físico, esto es, lo
primero es la materia y la conciencia lo derivado. Como tal, el materialismo
dialéctico se apoya en los datos, resultados y avances de las ciencias y su
esencia se mantiene en correspondencia y vigencia con la tradicional
orientación progresista del pensamiento racional científico.3 Asimismo está opuesto a la corriente
filosófica del agnosticismo, pues declara
la cognoscibilidad del mundo en virtud de su materialidad y de su existencia
objetiva en el tiempo y en el espacio. Engels lo manifestó de esta manera: “Las
formas fundamentales de todo ser son el espacio y el tiempo, y un ser concebido
fuera del tiempo es tan absurdo como lo sería un ser concebido fuera del
espacio”.4
Se debe entender aquí que no es una contradicción caprichosa entre la
teoría y la práctica, sino que es en realidad una relación dialéctica, que si
bien se reconoce la importancia de la practica no se deja de lado la teoría,
por el contrario, Marx planteaba que la forma de conocer el mundo se podía
hacer desde dos procesos distintos, el primero consiste en ir de la practica a
la teoría regresando a la práctica o iniciando por la teoría yendo a la
práctica regresando a la teoría. Teoría-practica-teoría o practica-teoría-practica.
Engels y Marx sintetizaron su materialismo dialéctico a partir de su
demoledora crítica del materialismo mecánico de Ludwig Feuerbach y a la dialéctica idealista de Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Al materialismo
de Feuerbach lo consideraron como un materialismo influido por corrientes del
pensamiento filosófico metafísico e idealista. Famosas son las 11 tesis sobre
Feuerbach de Marx y Engels, en particular la undécima que reza así: “Los
filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo
que se trata es de transformarlo”.5 De la dialéctica hegeliana Engels dice
que ésta se encontraba cabeza abajo con Hegel y que fue Marx quien la colocó
sobre sus pies. Posteriormente, Engels describió las leyes de la dialéctica en
su Anti-Duhring (obra
polémica contra las teorías propugnadas
por el anarquista alemán Karl Eugen Dühring).
Luego en el siglo XX en Rusia, Lenin contribuyó a las ideas
materialistas dialécticas al desarrollar polémicas con sus adversarios,
particularmente con filósofos (idealistas) positivistas como el austriaco Ernst Mach y los rusos Aleksandr Bogdánov y
V. Bazárov (nombre real: Vladímir A. Rúdnev), y, por sobre todo, su
empiro-monismo. La principal razón de la disputa entre Lenin y estos filósofos
era su afirmación de que el positivismo idealista estaba por encima del debate
filosófico entre idealismo y materialismo. A estos, Lenin les afirmó lo
siguiente: “Materialismo es reconocer los «objetos a sí mismos» o fuera de la mente; las ideas y las sensaciones son copias
o imágenes de éstos objetos. La doctrina opuesta (idealismo) afirma que los
objetos no existen «sin la mente»; los objetos son «combinaciones de
sensaciones»”.6
Más adelante nos encontramos con la teoría desarrollada por Mao Tse-tung el
cual también desarrollo aportes en la parte filosófica del Materialismo
dialectico, sobre todo en la parte que tiene que ver con la concepción que se
tiene del trabajo intelectual, del lenguaje, de la moral comunista de la
construcción de sociedad entre otros aspectos.
En conclusión el materialismo dialectico no es otra cosa que el método
científico de los comunistas en el mundo, método por el cual se llega a conocer
el mundo, a entender las contradicciones internas y externas, a conocer las
causas y cada una de las cosas como son a partir de la ciencia, dejando de lado
al idealismo.
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